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Por qué aprender euskera, y cómo llegar a ser euskaldun. Decálogo

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El hecho de aprender euskera no conlleva necesariamente utilizarlo, convertirse en nueva persona vascoparlante activa. Una investigación de la Universidad de Deusto ha recogido los factores que posibilitan que algunas nuevas personas vascoparlantes hayan realizado ese salto; es decir, cuáles son las claves en dicho proceso.


DECÁLOGO. Por qué aprender euskera, y cómo llegar a ser euskaldun
(10 enseñanzas de las nuevas personas vascoparlantes)


1. Aprender euskera reporta alegría y orgullo. También ofrece multitud de recompensas de toda índole a quienes se euskaldunizan.

En primer lugar, es muy importante resaltar que las personas que han aprendido euskera se encuentran muy contentas, orgullosas y satisfechas.

Muchas de ellas han comentado que aprender euskera les ha hecho sentirse más cercanas a las personas vascoparlantes y que les ha servido de ayuda para adentrarse en el ámbito euskaldún. De hecho, en Euskal Herria existe un rico universo que se comunica en euskera y que pasa desapercibido para quien no conoce el idioma. Por lo tanto, al aprender euskera, en nuestro entorno (comarca, barrio o pueblo) se nos abren de par en par las puertas de un nuevo mundo.

Además, mucha gente afirma que el saber euskera les ha reportado más y mejores oportunidades laborales. Es decir, el euskera también es útil para conseguir puestos de trabajo.

Por último, otros/as han señalado que aprender euskera les ha ayudado a sentirse más integrados/as, por ejemplo en el caso de que hayan ido a vivir a un entorno euskaldún.


2. Existen múltiples razones y motivaciones para empezar a aprender euskera o para recuperarlo; todas ellas son válidas. 

Una fuerte vinculación identitaria, el miedo a perderlo por no utilizarlo desde la época escolar, el deseo de aumentar las oportunidades laborales, las ganas de integrarse en el entorno euskaldún de la localidad elegida para vivir, el simple hecho de asentarse en Euskal Herria y querer conocer el exótico idioma autóctono, etcétera.

Motivaciones de carácter identitario, instrumental o integrador, todas ellas son legítimas para adentrarse en la senda del euskera


3. Llegar a ser una persona euskaldun activa no es un proceso automático; en esa tarea, resulta fundamental hacer frente a cuantos retos e inquietudes nos salgan al paso.

¿Cuales son esos retos? ¿Cómo podemos responder para que el proceso de aprendizaje sea exitoso? Reflexionar sobre éstas y más preguntas es importante para que avancemos en el  proceso se aprendizaje.


4. Es importante no realizar una autocrítica demasiado severa respecto a las capacidades de cada cual. Además, debemos tener en cuenta que la genuina función de los idiomas es poder comunicarnos entre las personas. Por lo tanto, si existe comunicación, el objetivo está cumplido.

Muchos/as de los/as nuevos/as vascoparlantes se cuestionan y ponen en duda su capacidad de comunicación: dicen que no tienen nivel suficiente, que no cuentan con soltura al hablar, que hallan dificultad para manejarse en diferentes registros, que no dominan el dialecto de su zona, etcétera. Ese “Me falta” es una frase habitual en su discurso.

Ante tal situación, he aquí varios consejos:

Resulta importante no ejercer una autocrítica demasiado severa con respecto a las propias aptitudes, pues no hay que olvidar que las percepciones de cada cual suelen estar por debajo de la realidad. Además, no olvidemos que el principal cometido de los idiomas es garantizar la comunicación entre las personas. Si existe dicha comunicación, objetivo cumplido.


5. A la hora de comunicarnos, cuando todavía nos encontremos en la fase de aprendizaje, puede resultar útil intercalar idiomas en las conversaciones (por ejemplo, introducir palabras sueltas o incluso frases enteras en otras lenguas).

En contextos bilingües, es muy habitual intercalar idiomas; quienes hablan perfectamente el euskera también lo hacen, y con mucho menos sentimiento de vergüenza que los/as nuevos/as hablantes.

Por lo tanto, a la hora de comunicarnos en euskera, y todavía más si estamos en pleno proceso de aprendizaje, puede resultar útil intercalar varios idiomas en las conversaciones sin ningún tipo de complejo (por ejemplo, introducir alguna palabra suelta o incluso frases enteras en otras lenguas).


6. Tanto el euskera batua como los dialectos vascos, todos ellos son euskera. El euskera batua es un euskera auténtico, que, al mismo tiempo, tiene la facultad de adoptar características de los dialectos locales. Así se logra que los hablantes se hallen a gusto con el idioma que utilizan.

Tanto el batua como los dialectos, todos ellos son euskera y enriquecen el idioma. Además, el euskera batua es de por sí genuino, y, por cierto, cada vez más euskaldunes lo sienten como idioma materno.

De todas formas, si deseamos dotar a nuestro habla de alguna característica dialectal, es sencillo adoptar ciertos modismos, de tal manera que los/as hablantes se sientan a gusto con su propia forma de comunicarse. Por ejemplo: en Bizkaia, en vez de decir “nahi dut”, podemos utilizar “gura dut”; o sustituir “oso polita” por “sano polita”.


7. Es posible usar el euskera incluso en los contextos menos proclives; basta con valerse de ciertas estrategias. 

Muchas de las nuevas personas vascoparlantes afirman que no suelen disponer de oportunidades para practicar el euskera; y está claro que, si no se utiliza un idioma, tendemos a olvidarlo. (Esa es precisamente la experiencia de muchos/as jóvenes que han aprendido euskera en la época escolar)

Para muchas/os nuevos/as vascoparlantes, los principales motivos para no utilizar el euskera son vivir en un entorno sociolingüístico castellanoparlante y/o no contar con un entorno euskaldún de relaciones.De todos modos, aunque el ambiente sociolinguístico es muy importante, no tiene porqué ser determinante: Muchos hablantes utilizan diariamente el euskera, a pesar de vivir en zonas no euskaldunes.

Es decir, también en entornos castellanoparlantes es posible usar el euskera, siempre y cuando se lleven a cabo diferentes estrategias. Por ejemplo, podemos acudir a actividades que se realicen en euskera, conocer qué comercios y bares son euskaldunes, apuntarnos a dinámicas como BERBALAGUN (grupos de práctica, gratuitos, durante el tiempo libre), estrechar nuestra relación con las amistades del euskaltegi, consumir medios de comunicación en euskera, comprometernos a decir siempre la primera palabra en euskera (sobre todo con jóvenes y niños, aprovechando que en esas franjas de edad son muchas las personas euskaldunes), hacer uso del euskera en aquellos sitios donde se nos asegura la atención en dicho idioma, etcétera. Resumiendo, contamos con variadas estrategias para poder utilizar el euskera, incluso en entornos no euskaldunes.


8. Es posible cambiar las costumbres idiomáticas con las personas de nuestro entorno; es decir, dejar de utilizar siempre otra lengua y empezar a hablar (también) en euskera. 

En múltiples ocasiones, en familia, en la cuadrilla o en al ámbito laboral... tenemos relación con personas euskaldunes, aunque nuestro hábito sea efectuar el trato con ellas en castellano. De hecho, para muchos/as de los/as nuevos/as vascoparlantes, esa costumbre de comunicarse en castellano es la principal razón para utilizar muy poco o nada el euskera.

No obstante, muchas de las nuevas personas vascoparlantes han sido capaces de cambiar esa inercia. A partir de un determinado momento, han dado el salto a utilizarlo con su pareja (con frecuencia, aprovechando que han tenido familia), con sus amistades, en el trabajo y demás situaciones. Por lo tanto, es posible alterar las costumbres lingüísticas con la gente de nuestro entorno; es decir, dejar de utilizar siempre otra lengua y empezar a hablar (también) en euskera.


9. Para introducirse en el ámbito lingüístico activo del euskera, debemos aprovechar aquellas ocasiones que nos faciliten hacer nuevas amistades o practicar nuevas actividades.

Sí, las nuevas personas vascoparlantes suelen tener, y tienen, un entorno que en su mayoría no conoce el euskera.

Aún así, la vida cambia constantemente, y por medio de esos cambios vamos conociendo gente nueva. Los/as nuevos/as vascoparlantes nos han enseñado que debemos aprovechar dichas ocasiones para incorporar al euskera como idioma activo en esas nuevas relaciones y/o actividades.

De hecho, muchas veces, las alteraciones de costumbres lingüísticas y el uso del euskera de forma activa, suceden a la par que los cambios de ciclo vitales: al comenzar en la Universidad, al encontrar un nuevo trabajo, al conocer a una nueva pareja, al ir a vivir a un entorno euskaldún, al tener descendencia, etcétera.

Además, aquellas nuevas personas vascoparlantes que ven como imposible cambiar sus costumbres lingüísticas pueden mantener el castellano o el francés como idioma preestablecido en sus relaciones habituales; pero, de la misma forma, pueden apostar por el euskera en las nuevas relaciones o antes de establecer definitivamente alguna costumbre idiomática.


10.Puede hacerse mucho mayor uso del euskera si mostramos una actitud proactiva; de la misma manera que tomar conciencia sobre el tema ha resultado decisivo para quienes ya han dado el paso.

En todo caso, hay que reconocer que buscar estrategias para poder utilizar el euskera, cambiar las costumbres lingüísticas con nuestro entorno más próximo y/o primar el euskera como medio de comunicación en las nuevas relaciones, suponen un verdadero compromiso por parte de las nuevas personas vascoparlantes; es decir, exigen una actitud pro-activa.

Los/as nuevos/as vascoparlantes que utilizan el euskera en el día a día destacan que la clave principal para utilizar el idioma es aprovechar todas las posibilidades que aparezcan.

Es decir, resulta mucho más fácil utilizar el euskera teniendo una actitud proactiva.

¿Qué les ha impulsado hacia esa actitud? Ha sido decisivo tomar conciencia: muchas de esas personas han mencionado que empezaron a usar el euskera de forma activa cuando se concienciaron. Por lo tanto, también la toma de conciencia ha resultado decisiva para quienes han dado el paso.

Para finalizar, muchas de las nuevas personas vascoparlantes afirman que se empezaron a sentir euskaldunes de verdad cuando comenzaron a utilizar el euskera. Tal y como dijo una joven participante de nuestro estudio, “Cuando usas el euskera, este se convierte en tu idioma”. Está claro: el uso es el camino para llegar a ser euskaldún.


+++ Todas las personas que hablamos en euskera somos euskaldunes; todos/as somos “verdaderos euskaldunes”.


Jone Goirigolzarri Garaizar, profesora e investigadora de la Universidad de Deusto

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Viernes, 08 January 2010 09:03